sentido de la
Espiritualidad.
(Tema Nº 195
Incorporado en el Blog de “Salud y Vida”)
Los temas
incorporados en este Blog, se encuentran clasificados, por meses y años, en la
parte superior derecha del Blog, para que los puedas leer o consultar cuando
quieras y te vaya bien. Gracias por Colaborar y Expandir el Conocimiento de la
Salud, para el bien común.
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La Trilogía de la Salud ofrece un verdadero sentido de la maravillosa «Creación» del ser humano.
Vivir en Salud no es una metáfora; No es un
concepto; No es un pensamiento inoportuno; No es una creación mental.
Cuando hablamos de la “Trilogía” de la Salud,
estamos intentando comprender que la persona está formada por un «Todo Coordinado» ya que formamos parte de un cuerpo físico, un
cuerpo mental y un cuerpo emocional.
El “Todo coordinado” representa la integridad personal, es decir,
buscar y lograr vivir una vida en Equilibrio, Armonía y Plenitud.
La Trilogía pretende lograr la Salud en su
Totalidad; No se conforma con tener un cuerpo saludable; No se conforma con el
conocimiento y el control de la mente y los pensamientos; No se conforma con el
saber controlar las emociones.
Es preciso considerar que la “integridad personal” está formada por el Todo. En ese «Todo», se
impregna el Conocimiento de la espiritualidad, es decir, la espiritualidad se
convierte en una palabra «Clave» que engloba el cuidar la salud física, la
salud mental y la salud emocional, para llegar a ser una “Persona Auténtica y
Completa”.
Si consideramos que en el cuerpo humano está
integrado ese Todo, es fácil comprender que en el cuerpo se vincula y permanece
la Totalidad de todo lo que somos, tanto tú como yo y todos nosotros.
Somos la Totalidad: Cuerpo, Mente, Emociones y Sentimientos |
¿Dónde podríamos vincular la Mente si no tuviéramos
el cuerpo físico? ¿Dónde permanecerían las Emociones y los Sentimientos si no
existiera el cuerpo?
A veces siento que el «Cuerpo» es como mi casa, el
lugar donde viven las células, los órganos, los huesos, los músculos, la
sangre, los nervios, los sentimientos, las emociones, la mente, los
pensamientos y un largo etc. Este conjunto de la Totalidad «SOY YO y ERES TÚ».
Es nuestra responsabilidad que todos estos
componentes que forman la «Persona» vivan dentro con el profundo sentido que
tiene el Amor interno.
Teniendo en cuenta la experiencia y la práctica
cotidiana, he llegado a comprender que cada uno de los elementos que viven
dentro de mi persona o mi «Casa interna» son mis «hijos primarios», son como esos
hijos que viven dentro de tu casa. Ellos actúan, trabajan y viven para ti; Cada
una de las células es un «ser vivo» que tiene sentimientos, les influyen las
emociones y los pensamientos que generamos les repercuten considerablemente.
Una Célula es un ser vivo igual que tú y que yo.
Ellas tienen mecanismos físicos igual que nosotros;
Las «modifican y cambian» el Amor igual que a nosotros y les hace vibrar la
Alegría, la Bondad y la Serenidad, igual que a cada uno de nosotros.
A veces considero que nos hemos olvidado de cuidar
a esos hijos primarios.
Los tenemos olvidados. Ni siquiera los conocemos.
Nunca hemos hablado ni dialogado con ellos. ¡Qué pena me da el sentir que no
contamos con ellos, cuando todos ellos nacen, viven y trabajan para nosotros!
Cuando aprendí y comprendí el verdadero sentido que
tenía la «Meditación», me di cuenta de la gran necesidad que tenía el estar
vinculado a esa gran familia que habita en «mi Casa», mi fuero interno.
Al principio aprendí a dialogar con mis órganos;
Les decía cosas hermosas; Les preguntaba cómo se encontraban viviendo dentro de
mí; Les pedía que se tranquilizasen, que se relajasen, que no sufrieran por
nada, que yo les proporcionaría el mejor alimento lleno de Energía y Vitalidad para
que todos ellos «trabajaran» a gusto, haciendo cada uno lo que tenía que hacer,
a sabiendas que cada uno de ellos es un verdadero especialista en su cometido.
El corazón está diseñado para hacer las funciones
de corazón, es lo que mejor sabe hacer y, además, no me necesita para cuidarse
del funcionamiento perfecto de su cometido como corazón. «Solamente pretendía
conectar con él y desearle lo mejor del mundo.»
Poco a poco, me fui dando cuenta de que la mejor
forma de ayudarles era cuidar de «mi Casa externa», mi cuerpo físico.
¡Si la «Casa» estaba bien limpia y cuidada, ellos
vivirían mejor!
Estuve unos cuantos años aprendiendo y
comprendiendo el verdadero sentido que tenía la Alimentación Natural, llena de
vitalidad, y me alimenté adecuadamente con ella; Me di cuenta que a mi Cuerpo
le iba muy bien hacer ejercicio lento, suave y profundo, y aprendí el
conocimiento del Chi-Kung y el Tai-Chi (Zen).
Posteriormente comprendí la gran importancia que
tenía el control de los pensamientos y aprendí a seleccionarlos y lo incorporé
en mi sistema de vida para «Tranquilizar» la mente.
Poco a poco fui incorporando y moldeando la
importancia que tenía en la Salud física, la Gestión de las emociones y los
sentimientos y me llevó a la comprensión de que vivir en Alegría era bueno y
vivir inmerso en el sufrimiento cotidiano era perjudicial para ellos.
¡Qué bonito es vivir completamente integrado! Mi
cuerpo se «rehacía» de las diversas enfermedades «Crónicas». Mejoraba la
diabetes tipo I, la neuropatía, la retinopatía, las hernias discales iban
desapareciendo, el sistema nervioso se iba mejorando, en el día a día, con la
implantación del nuevo sistema de vida que estaba incorporando.
¡En mi «Casa interna» cada día se vivía mejor! Mis
«hijos» no hacían nada extraordinario, solo se dedicaban a hacer su cometido de
forma correcta. Yo me cuidaba por fuera y ellos lo recibían por dentro.
¡Qué bien!. Este es el verdadero sentido de vivir
en Salud, integrándolo Todo para lograr permanecer en el Camino de la Salud, el
Bienestar y la Alegría de vivir. ¡Qué hermoso es sentir la «Unicidad» entre lo Externo y lo Interno, siendo, sintiendo
y viviendo como el verdadero «Conductor de mi propio carruaje»!
Mi gran sorpresa fue que, a medida que iba
incorporando en mi vida este nuevo sistema de salud, mi cuerpo ya no necesitaba
«tantos medicamentos» y, poco a poco, se iban reduciendo con la comprensión de
que el Amarse, Quererse y Cuidarse participaba en el verdadero crecimiento de
mi propia Autoestima y, a través de ella, vivir inmerso en los Valores del
Alma, esa «Caja interna»
que todos llevamos dentro y que poco a poco la hemos de descubrir, para «Dar Sentido» a nuestra vida en la Totalidad.
Transcurrido un cierto tiempo, iba madurando en la
práctica de la Meditación que, a través de ella, conectaba mi «Mundo interno con mi
Mundo externo» a través del
Silencio, la «Vacuidad» y el «Vacío del Alma», sintiendo que lo que percibía de
dentro, «Regeneraba» lo de fuera sin hacer Nada.
¿Qué extraño y maravilloso es observar que, actuando
con Amor y Respeto con tus «hijos internos», el equilibrio que se manifiesta,
se percibe de dentro hacia fuera. Es decir, si dentro de ti reina la Paz, la
Serenidad, la Bondad, el Amor y la Alegría, «Todo» tu cuerpo externo se
impregna de esos Valores que nacen y yacen de tu propio mundo interno.
Esta es la «Clave». Si todo tu mundo interior vive
en Salud, Equilibrio, Armonía, Plenitud, Amor y Alegría, se expande y se
comunica hacia fuera, aportando lo mejor, para que sientas en la Totalidad, la
Alegría de vivir en salud; «La Cuna de la Grandeza del Alma»; El verdadero
sentido de la Espiritualidad «bien entendida».
Tengo un escrito maravilloso que cayó en mis manos
por internet y desconozco su procedencia, pero me ha hecho tanto bien, que me
gustaría compartirlo.
Le pido permiso a la Energía de la vida, que ha
«creado» este precioso mensaje, para que nos ayude a sentirlo y vivirlo; Es un
precioso «Regalo» lleno de Sabiduría:
Hoy
es el primer día de los que me quedan de vida.
Esta
frase me hace despertar de la rutina de cada día.
Estoy de suerte. Todavía tengo tiempo para hacerlo
todo.
Hoy
puedo empezar a vivir de nuevo.
La
vida pasada no la puedo cambiar, pero hoy,
todo
puede ser diferente.
Hoy
tengo la posibilidad de cambiarlo todo.
Mi
Amor puede ser más sincero, más limpio, más cálido.
Mi
corazón puede recibir y recuperar el ritmo sereno,
sin
taquicardias ni encubrimientos.
Mi
corazón puede vivir el Amor y del Amor.
Mi
Mente puede buscar la Verdad escondida en los
Pliegos
de los errores, y puedo escuchar la palabra eterna
e
infinita, iluminando todas mis circunstancias.
Mis
manos todavía pueden acariciar y servir,
trabajar
para hacer un mundo nuevo con las raíces de siempre.
Por
eso tengo el Corazón lleno de Esperanza y Vida,
por
las pequeñas cosas de la vida.
Hoy
es el primer día de los que me quedan de vida.
¡Ah!,
y también puede ser el último día de esta vida,
pero
siempre será el primer día, siempre será el primer día
de
los que me quedan de vida, para vivir una vida llena.
Por
todo esto, «Doy Gracias infinitas» por el día de hoy
que
es el único que puedo vivir en todo mi explendor.
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COMPARTIR EL CONOCIMIENTO NOS HACE BIEN,
MEJORANDO NUESTRA SALUD, NUESTRA ALEGRÍA
Y
NUESTRA RELACIÓN SOCIAL.
Emilio
Tolosa Valverde
(Autor de la “Trilogía” de la Salud)
(Un tratado personal sobre el
Conocimiento y la Experiencia Testimonial de la Enfermedad y la Salud,
vivido en “Primera persona”.
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