ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA SALUD
EMOCIONAL
Las Emociones son para el cuerpo físico,
lo mismo que la buena alimentación para vivir en salud.
Las personas que son emocionalmente sanas, tienen control sobre sus
emociones y su comportamiento. Además, son capaces de manejar los desafíos de
la vida, construir relaciones fuertes y recuperarse de los contratiempos. Pero
del mismo modo que se necesita esfuerzo para tener una buena salud física,
también es necesario realizar un importante esfuerzo para tener una buena salud
mental y emocional.
Mejorar la salud emocional puede ser una experiencia gratificante y muy
beneficiosa en todos los aspectos de la vida.
¿Qué es la salud emocional?
La salud emocional o la salud mental es el bienestar psicológico
general. Incluye la manera de sentirse bien hacia uno mismo, la calidad de las
relaciones y la capacidad para manejar los sentimientos y hacer frente a las
dificultades.
La buena salud emocional no es sólo la ausencia de problemas de salud
mental. Estar mentalmente o emocionalmente sano es mucho más que estar libre de
la depresión, ansiedad u otros problemas psicológicos. La salud mental y
emocional se refiere a la presencia de características positivas, como
autoconfianza, alta autoestima, capacidad para lidiar con el estrés y recuperarse
de la adversidad, amar la vida, sentirse vivo, tener capacidad para reír y
divertirse, capacidad para construir y mantener relaciones satisfactorias y
flexibilidad para aprender cosas nuevas y adaptarse a los cambios.
Estas características positivas de la salud emocional permiten
participar en la vida plenamente a través de actividades significativas y
relaciones sólidas. Además, estas características positivas también ayudan a
hacer frente a retos y tensiones de la vida.
Estar emocionalmente sano no significa no pasar por malos momentos o
experimentar problemas emocionales. La diferencia es que las personas con buena
salud emocional, tienen una gran capacidad para recuperarse de la adversidad,
el trauma y el estrés.
Las personas que están emocionalmente sanas tienen las herramientas para
hacer frente a situaciones difíciles y mantener una actitud positiva.
Uno de los factores clave es la capacidad de equilibrar el
estrés y las emociones. La capacidad de reconocer las emociones y
expresarlas adecuadamente, ayuda a evitar quedarse atascado en la depresión, la
ansiedad u otros estados de ánimo negativos.
Otro factor clave es tener una red de apoyo fuerte. Tener gente de
confianza a la que poder acudir en busca de aliento y apoyo. Esta actitud aumentará
la capacidad de recuperación en tiempos difíciles.
La salud física se conecta a la salud mental y emocional.
El cuidado del cuerpo es muy importante para tener una buena salud
emocional. Cuando se mejora la salud física, se experimenta automáticamente un
mayor bienestar mental y emocional. Y es que el ejercicio no sólo fortalece el
corazón y los pulmones sino que también
libera endorfinas, sustancias químicas poderosas que nos dan energía y elevan
nuestro estado de ánimo.
Descansar adecuadamente, alimentarse bien, hacer
ejercicio, recibir luz solar natural y evitar el consumo de alcohol, tabaco o
drogas,
es básico para iniciar el camino de una buena salud
física.
Para mejorar la salud mental tienes que cuidar de ti mismo
Con el fin de mantener y fortalecer tu salud mental y emocional, es
importante prestar atención a tus propias necesidades y sentimientos. No dejes
que el estrés y las emociones negativas se acumulen. Trata de mantener un
equilibrio entre tus responsabilidades diarias y las cosas que te gustan. Si
cuidas de ti mismo, estarás mejor preparado para hacer frente a los desafíos
cotidianos, cuando se produzcan.
Cuidar de ti mismo supone hacer actividades que liberen “endorfinas”
de forma natural y que contribuyan a hacerte sentir bien. Además de ejercicio
físico, las “endorfinas” también se liberan de forma natural en los siguientes
casos:
- Practicas la autodisciplina y el autocontrol.
- Aprendes cosas nuevas
- Disfrutas de la belleza, de la naturaleza y del arte
- Gestionas adecuadamente tus niveles de estrés
- Realizas actividades
creativas
- Reservas un tiempo y un espacio para actividades de
ocio.
Todas las personas, en algún momento de nuestras vidas, sufrimos algún tipo
de situación traumática. Las hay muy duras (la muerte de un hijo, una
enfermedad grave o ser víctima de un atentado, por ejemplo), pero algunas más
“simples” y cotidianas como perder el trabajo, tener problemas económicos o
terminar con una pareja, también pueden ser motivo para que una persona se
venga abajo y acabe pensando que su vida no tiene sentido.
Sin embargo, cada
individuo tiene la capacidad inherente de afrontar las adversidades y
sobreponerse a ellas, así como de adaptarse a la nueva situación que se genera.
“Somos un CUERPO INDIVISO E
INSEPARABLE, formado por el cuerpo físico, la mente y las emociones. Permanecer
y cuidar el equilibro de estos tres
cuerpos, es lograr la salud,
el bienestar y la alegría de vivir”.
LA MENTE ES MARAVILLOSA
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