domingo, 17 de febrero de 2013

COMPARTIENDO UN BELLO SUEÑO





COMPARTIENDO EN BELLO SUEÑO, 
"HECHO REALIDAD"

Los Cuatro Acuerdos” del Dr. Miguel Ruiz


En el sueño de la vida, te encuentras en un precioso día cálido y soleado. Oyes los pájaros, el viento y un pequeño río. Te diriges a él, y en su orilla hay un anciano que está meditando y ves que, de su cabeza, emana una luz maravillosa de distintos colores. Intentas no molestarle, pero él percibe tu presencia y abre los ojos. Sonríe ampliamente, y le preguntas qué hace para irradiar esa maravillosa luz y, seguidamente, sugieres que si él,  puede enseñarte a hacerlo. Te contesta que hace muchos años, muchos años, él le hizo esa misma pregunta a su maestro.

El anciano empieza a explicarle su historia:


“Mi maestro se abrió el pecho, extrajo su corazón, y de él, tomó una preciosa llama. 

Después, abrió mi pecho, sacó mi corazón y depositó esa pequeña llama en su interior. Colocó mi corazón de nuevo en mi pecho, y tan pronto como el corazón estuvo dentro de mi, sentí un intenso amor, porque la llama que puso en él, era su propio amor.

Esta llama creció en mi corazón y se convirtió en un gran fuego que no quema, sino que purifica todo lo que toca. Este fuego tocó todas las células de mi cuerpo y ellas, me entregaron su amor.  

Me volví uno con mi cuerpo, y mi amor creció todavía más.  El fuego tocó todas las emociones de mi mente, que se transformaron en un amor fuerte e intenso. 
Y me amé, a mí mismo, de una forma absoluta e incondicional.

Pero el fuego continuó ardiendo y sentí la necesidad de compartir mi amor.

Decidí poner un poco de él en cada árbol, y los árboles me amaron y me hice uno con ellos, pero mi amor no se detuvo, creció todavía más.  

Puse un poco de él en cada flor, en la hierba y en la tierra, y ellas me amaron y nos hicimos uno.  Y mi amor continuó creciendo más y más, para amar a todos los animales del mundo.  Ellos respondieron a él, me amaron y nos hicimos uno.  Pero mi amor continuó creciendo más y más.

Puse un poco de mi amor, en cada cristal, en cada piedra, en el polvo y en los metales, y me amaron, y me hice uno con la tierra. Y entonces decidí poner mi amor en el agua, en los océanos, en los ríos, en la lluvia y en la nieve, y me amaron, y nos hicimos uno. Y mi amor siguió creciendo todavía más y más.  Y decidí entregar mi amor al aire y al viento.  Sentí una fuerte comunión con la tierra, con el viento, con los océanos, con la naturaleza, y mi amor creció más y más.

Volví la cabeza al cielo, al sol y a las estrellas y puse un poco de mi amor en cada estrella, en la luna y el sol, y me amaron. Y me hice uno con la luna, el sol y las estrellas, y mi amor continuó creciendo más y más. Y puse un poco de mi amor en cada ser humano y me volví uno, con toda la humanidad.

Dondequiera que voy, con quienquiera que me encuentre, me veo en sus ojos, porque soy parte de todo, porque lo amo todo.

Y entonces el anciano, abre su propio pecho, extrae su corazón con la preciosa llama dentro y lo coloca en tu corazón. Y ahora esa llama crece en tu interior. Ahora eres uno con el viento, con el agua, con las estrellas, con toda la naturaleza, con los animales y con todos los seres humanos. Sientes el calor y la luz que emana de la llama de tu corazón. De tu cabeza sale una preciosa luz de colores que brillan. Estás radiante con el resplandor del amor y te dices, desde lo más profundo de tu ser:
                                                                                             
-  Gracias, Creador del Universo,  por el regalo de la vida  que me has dado.  
-  Gracias,  por proporcionarme todo lo que verdaderamente he necesitado.   
-  Gracias,  por la oportunidad de sentir este precioso cuerpo, tal y como estoy, 
   sano o enfermo, tú sabrás porqué, así como por esta maravillosa Conciencia  
   que me has concedido.
-  Gracias, por vivir en mi interior con todo tu amor, con tu espíritu puro e infinito  
   y con tu luz cálida y radiante.
-  Gracias, por utilizar mis palabras, mis ojos y mi corazón, para compartir tu amor
   dondequiera que voy.  Te amo como eres, y por ser tu creación, me amo a mí 
   mismo tal como soy.

  "Ayúdame a conservar mi Cuerpo sano, el Bienestar, la Alegría de Vivir, mi  
   Alma, el Amor,  y la Paz en mi corazón, para poder vivir en ese amor, un nuevo 
   Camino de vida, y haz que pueda vivir amando, el resto de mi  vida, tal como 
   soy, haciendo lo que tengo que hacer, desde lo más profundo de mi corazón".   

  GRACIAS,   LO SIENTO,   PERDÓNAME,   TE AMO,    del  "Ho'oponopono". 
  

Presentado por Emilio Tolosa Valverde
Naturopatía, Psicología del Autoconocimiento y Maestro de Reiki.

Autor del Libro:  IMPLANTANDO RAÍCES DE BIEN. 

Expuesto y presentado al público,  en el Centro:   AKOKOBCN Talleres y Terapias.
c/ Villarroel, 145  BARCELONA  (93 451 25 84)  (Sr. Martín)












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