LA INSTINTOTERAPIA
(La Segunda Parte Restante)
(Tema Nº 180
Incorporado en el Blog de “Salud y Vida”)
Los temas incorporados en este Blog, se encuentran
clasificados, por meses y años, en la parte superior derecha del Blog, para que
los puedas leer o consultar cuando quieras y te vaya bien. Gracias por
Colaborar y Expandir el Conocimiento de la Salud, para el bien común.
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Para escuchar el Nuevo Programa de “Salud y Vida” en Radio
Castelldefels, sobre "LA ALEGRÍA DE LAS RELACIONES HUMANAS ", tendréis
que PULSAR en estos 4 Youtubes y os llevarán al Tema
de hoy:
a) Primera Parte:
b) Segunda Parte:
c) Tercera Parte:
d) Cuarta Parte:
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Todo
empieza con una citación de San Agustín (Las Confesiones):
“Dirigiéndose a Dios dice: Tú me has enseñado a no tomar los
alimentos más que como medicamentos, pero mientras paso de la irritación del
hambre a la calma de la saciedad, la trampa de la codicia me acecha en el
camino. Sí, precisamente cuando ocurre esto, es cuando hay placer y no otro
camino que alcanzar, donde la necesidad obligue que esto ocurra.
Ahora bien, aunque se coma y se beba por motivo de salud, se añade
un peligroso compañero, ”el
goce, que actualmente intenta tomar
la delantera para hacer por su cuenta lo que yo declaro, querer hacer por
motivo de Salud. Por otra parte, la medida no es la misma. Lo que para la salud
es suficiente, para el “Regazo o el Placer” es muy poco. En muchos casos
aparece la duda.
¡Es que el cuerpo, en vista a su mantenimiento, retorna un refuerzo
indispensable, o es que la codicia con su engaño propone en vista al placer sus
buenos oficios!.
Esta duda pone a la pobre alma de mal humor. Se busca la excusa, una
garantía al no poder sacar en claro qué régimen es el adecuado, de tal forma
que, bajo pretexto de salud, trabaja por el interés del goce. Contra tentativas de este tipo, me resisto cada día, con gran
esfuerzo, e invoco tu socorro, y me dirijo a ti en mis fluctuaciones, incierto
como estoy todavía, del partido a tomar en esta materia”.
El
pobre San Agustín estaba en un mar de dudas y sufrimiento.
Por
otra parte quisiera remarcar la primera frase: TU ME HAS ENSEÑADO A
NO TOMAR LOS ALIMENTOS MAS QUE COMO MEDICAMENTOS.
Yo
estoy sorprendido de encontrar este razonamiento, en un texto religioso porque,
fijaos la coincidencia, con la idea de Hipócrates de la antigua Grecia, que
corresponde y se identifica con la mentalidad de San Agustín, cuando decía: SOLO TE
ALIMENTES CON AQUELLO QUE TE CURA Y SOLO TE CURES CON AQUELLO QUE TE ALIMENTA.
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(CONTINUACIÓN DEL TEMA ANTERIOR)
¿Como
es posible que dos pensadores tan lejanos culturalmen y en el tiempo, coincidan
en estos fundamentos? ¿Como es posible que esto no se haya tenido en cuenta
jamás, en medicina?
Si
pasamos esta línea “límite”, entonces nos tenemos
que acoger a las consecuencias, porque naturalmente hay otros avisos que nos
hacen sentirnos repletos.
Unas
veces, el olor no es agradable, otras el gusto se vuelve insípido, sólo con ese
alimento en concreto.
Volvemos
a otro alimento, lo olemos y si nos apetece, podemos comerlo con toda
tranquilidad, ya sea una pieza, ya sean 2 kilos, mientras el cuerpo nos lo pida
y cuando lo podamos comer placenteramente pero no con el placer de la memoria,
sino por el placer del gusto o del olfato. Actuando de esta forma, no existe
ningún peligro. Nos inmuniza de cualquier peligro. Peligro que nos han creado
con respecto a la naturaleza. Es increible que desconfiemos de la naturaleza
como si fuera nuestra enemiga.
Realmente
es nuestro mejor aliado, siempre y cuando, estemos en condiciones de poder
estar en contacto y recibir sus avisos, porque nos está avisando en todo
momento.
Un
veneno no es lo que hoy en día consideramos un veneno. Un veneno puede ser una
manzana sabrosísima, que ya ha pasado el límite del paso instintivo. No
solamente las cosas prefabricadas o las cosas cocidas pueden ser venenos. Una
naranja o una manzana recién cogida del árbol, si hemos pasado el paro instintivo,
se vuelve contra nosotros porque no nos avisa el cuerpo. Es un excedente y al
principio nos avisa con estos síntomas que hemos visto antes, es decir
irritación de los labios, con un resquemor, picante o con un gusto
desagradable.
Porque
a mi me gustan los plátanos y, como me gustan, sigo comiendo sin tener en cuenta que ha habido un cambio en el Olfato o
en el Gusto.
Esto
está muy claro. No hay que dudar, en si será o no será. Está completamente
demostrado, es algo fraganti, es instintivo, no hay ningún problema y de ese
aspecto estamos protegidos contra cualquier prejuicio. Una comida puede estar “pasada”
y resultar buena para el cuerpo, y otra comida estar igualmente “pasada”
y ser perjudicial para el cuerpo. El cuerpo nos avisa, en cualquier momento,
donde hay un peligro, porque el Gusto y el Olor no es el mismo, cuando el
cuerpo necesita una comida o no la necesita.
Un
día, a un periodista le taparon los ojos y se le dio para comer distintas
setas. Comió varias de ellas y, al ir a comer una de ellas, que era muy
venenosa, al masticarla, cuando la saliva hubo absorbido los principios
activos, empezó a encontrarle un gusto repugnante y seguidamente la escupió. El
periodista estaba convencido de que su Instinto le avisaría si le ponían un
alimento que le podía hacer daño. Creía en su Instinto. Realmente le funcionó.
En
muchos casos, el Instinto está atrofiado. No prestan atención ni al Gusto ni al
Olor. Para unas personas, el despertar de este Instinto será muy rápido, entre
7 ó 10 días, pero en general suele ser de unos 15 ó 20 días. Es increíble, que
algo que ha estado mucho tiempo aplastado y yugulado, pueda despertar con sólo
darle la oportunidad. Y es así.
Hay
dos cosas que en la cultura son sagradas: la comida y el sexo.
Ahí no se permite que nadie entre. Son terrenos vedados. En la comida y en el
sexo, ponemos muchas frustraciones. Creemos que comemos y realizamos el sexo
por necesidad y en un 90% no es por necesidad, es por compulsión, por coacción,
porque vivimos una vida vacía, porque tenemos problemas de relación y por
problemas personales de todo tipo, y entonces lo compensamos, ya sea con el
sexo, ya sea con la comida, por el vacío que nos deja la vida que llevamos.
Pero
la vida natural no tiene porqué compensarse con nada. El sexo tiene una función
y la comida tiene otra función. Pero esa compensación no incluye el compensar
frustraciones emocionales y psíquicas o de relación. Entonces, culturalmente,
incluimos en la comida, todos estos factores que falsean la realidad.
Es
una coacción pensar que en una época nos gustaba este u otro alimento. !Qué
sabroso estaba entonces!. Por ello se produce una coacción, que nos obliga a
comer un determinado alimento aunque nuestro cuerpo no lo necesite, o el tener
que estar siempre “picando” aunque no tengamos
hambre.
Parece
como si tuviéramos que estar siempre comiendo. No tengo hambre pero tengo que
comer algo.
Esa
forma compulsiva surge porque tenemos que llenar vacíos, por los problemas que
tenemos, de tipo laboral, de relación, de personalidad … etc. Como tenemos esas
memorias y están deseando salir, si se nos frustran, entonces nos revelamos. De
la misma forma trabaja nuestro subconsciente.
Otras
circunstancias de la vida es pensar que las drogas son solamente la cocaína, la
morfina … etc. y, para algunas personas, podemos incluir como drogas, algo que
nos beneficie, como los medicamentos, pero no dejan de ser drogas. Las drogas
son elementos químicos “prefabricados”
y como tal, la comida condimentada, cocida, frita o tratada por el fuego, es
una droga, porque ha creado moléculas que no existían antes y, por ello, se
transforma en una droga que crea dependencia.
Muchas
veces, cuando se come de esta forma, al
cabo de cierto tiempo, existe lo que conocemos como drogas duras, que es el “mono”,
una dependencia a nivel bioquímico del cuerpo, que nos ocurre con el alcohol,
el tabaco y con otras drogas. Si esto no se sabe, puede ser un escollo que no
se supere.
Cuando
todo esto se sabe, uno está preparado, lo acomete con conocimiento de causa y
puede superarlo, porque es un elemento químico que no está en la naturaleza.
El
hombre está preparado y programado genéticamente para estar inmerso en su
entorno natural. Las moléculas químicas, digo químicas, porque antes no estaban
en la naturaleza, sino que son creadas por reacción química, por el rompimiento
de las moléculas naturales y por el fuego. A esto se le llama escisión
(rompimiento por el fuego) lo que hace la cocción al tratar con fuego los
alimentos. Es entonces cuando se crean unos “Radicales Libres”
que son altamente inestables, y tienen la tendencia a unirse nuevamente y
formar nuevos compuestos que no existían antes. Estos nuevos componentes se van
rompiendo en dos, que tienen distintas características a los anteriores porque
son totalmente nuevos. Esto sucede por la alteración química que sufren los
alimentos. Este es un escollo más y tenemos que estar preparados para afrontarlo.
En vez de vivir en contacto con la realidad, lo que hacemos es crear ideologías
e ideales, compensándolos emocionalmente.
Es
dicho, que la leche de vaca es un elemento natural. !Por supuesto que es natural para el becerro!, pero no para nosotros
que nos lo presentan habiéndola “hervido”
a una temperatura realmente asombrosa, descompuestas todas sus moléculas y
presentando al mercado algo que no se parece, en nada, a la leche natural de la
vaca.
Referente
a las legumbres, se dice que son duras y
no se pueden comer en estado natural, pero si se “germinan”
se ponen blandas, y son perfectamente comestibles y, si se cuecen las
legumbres, ya se ha roto todo el equilibrio de la leguminosa.
¿Porqué hemos de forzar a la
naturaleza y "cocer" los alimentos
por el hecho de poder comerlos?.
Si no se
puede comer un alimento se deja y no pasa nada.
El
Instinto de las personas no acepta que se le fuerce. El comer una cosa u otra,
solamente se centra en estar atento a lo que el Instinto nos pide. ¡No hay que
forzar al cuerpo en nada!. La persona, al nacer, está preparada para aceptar
los alimentos al natural.
Con
la intervención de la química, los alimentos cambian de sabor, de presencia, de
atractivo. Se está engañando al alimento, sólo para que sea apetitoso, para que
sea bonito y lo podamos comprar, añadiéndole aromas sintéticas, olores copiosos
y engañizos. Hay muchas empresas, que conocen muy bien este tema. En todo ello
hay muchos intereses creados, principalmente económicos, que más vale no entrar
en este tema.
Si
hemos dicho que la persona está adaptada a lo natural, ¿Porqué se induce a
decir que la persona se debe esforzar para alimentarse del alimento crudo,
cuando lo “anormal” es adaptarse a la
composición química de los alimentos?. Esta química es lo que no es natural. La
química sólo hace que quitar los componentes naturales y biológicos a los
alimentos. ¡Es un fraude a la naturaleza”.
Se
suele decir muchas veces, que introducirse en este sistema de alimentación,
totalmente natural e instintivo, provoca diarreas, descomposición … etc. Pues bien, esto ocurre
porque como el cuerpo está adaptado a una mala alimentación, por ingerir
elementos químicos, desequilibrios en los componentes de los alimentos … etc.,
ocurre que al comer alimentos naturales empiezan a limpiar en el cuerpo, todos
estos elementos insanos, eliminándolos de distintas formas, porque la
alimentación natural siempre se impone a la alimentación con química y desnaturalizada.
Del
mismo modo que un gato coge unas determinadas hierbas para poder desintoxicarse
o poder vomitar y evacuar en forma de bola los pelos que traga al limpiarse con
la lengua, cosa que muchos sabemos. Este es el proceso natural. El gato no ha
ido a la escuela para aprender esta forma de actuar. ¡Actúa por Instinto!.
Es
interesante comentar un caso ocurrido, no hace mucho tiempo.
Los
empleados de una empresa, que por prudencia no cito el nombre, se encontraban
en huelga de hambre porque los dueños querían cerrarla.
Al
cabo de 15 días que duró la huelga de hambre, los médicos procedieron a
efectuarles ciertos análisis y revisar el estado de salud de los empleados,
esperando que estuviesen enfermos, anímicos o con ciertas alteraciones en cuanto
a la salud se refiere. Lo único que observaron fue que tenían el colesterol muy
alto.
Es
curioso observar que de ello no se hizo comentario alguno ni en la prensa ni
entre los medios facultativos.
Es
sorprendente observar que cuando las personas comían, tenían una cierta tasa de
colesterol y estando 15 días en “ayuno”
y sin comer, les subía el colesterol sin haber ingerido ningún alimento con
colesterol. ¿Qué ocurrió?. Pues bien, lo que pasó fue que generalmente se suele
comer demasiados alimentos muy ricos en colesterol y como el cuerpo no tiene
una medida que avise que no puede comer más, las barreras que evitan el paso de
tanto colesterol, se rompen. Las barreras que habían al principio, al pasar
absolutamente todo, se quedan encasquilladas en los pasos intermedios, en las
articulaciones y en las venas.
Al
estar sin comer, lo que ocurrió fue que el cuerpo empezó a bombardear con las
moléculas, reaccionando y deshaciéndose de todo el colesterol que tenía
adosado en las paredes de las arterias, venas y articulaciones. Al desecarse el
colesterol de las paredes, pasó rápidamente al riego sanguíneo, inundándose de
colesterol por todas partes, introduciéndose posteriormente a la linfa para ser
eliminado. Por esta razón había más colesterol después del ayuno que antes del
ayuno. ¡Esto es lo más natural del mundo!.
Las
personas utilizamos una mínima cantidad de alimentos de los que comemos. Muchos
de ellos se sitúan en órganos o paredes, porque no son necesarios, produciendo
ciertas alteraciones o enfermedades. Por ello, muchos hablan de lo beneficioso
del ayuno, al menos una vez por semana.
Suele
ocurrir, que al iniciarse en una dieta natural, pueda observarse que se
eliminan rápidamente los alimentos o bien que se vaya un poco estreñido.
Esto
depende de cada cuerpo. Incluso se puede perder peso hasta que se eliminan las
impurezas que habían en el organismo. Finalizado el proceso de eliminación y
pérdida de peso, se procede a encontrarse mejor y recuperar el peso
perdido.
El
proceso de la alimentación por un sistema natural, comiendo sólo aquello que
procede de la naturaleza, no es una decisión fácil. Unos lo hacen por
necesidad. Otros por curiosidad, y otros por tener experiencia en lo que sucede
con una alimentación fuera de lo corriente.
Cuando
una persona se ha adaptado a lo natural, es cuando actúa el INSTINTO. Ni uno
mismo se da cuenta, es el Instinto el que elige aquello que necesita el cuerpo.
Son las propias células a nivel biológico, es decir, es la inteligencia
biológica la que lo sabe y decide. A esta forma de actuar es a lo que llamamos
el “YO” personal.
Resumiendo:
El
Instinto sólo funciona cuando el cuerpo está adaptado a una alimentación
natural, que no incluya ninguna incorporación de química, ni que sean alteradas
las moléculas de que se componen ya sea a través de la cocción, la fritura, por
descomposición de sus moléculas, a través de hornos a altas temperaturas o por
cualquier otro medio de adulteración.
SI DESEAS LLEVAR UNA VIDA SANA, PREVENIR ENFERMEDADES Y
DISFRUTAR DE UNA BUENA SALUD,
HAZ CASO A TU PROPIO INSTINTO Y
NO TE ARREPENTIRÁS JAMÁS.
“QUE EL ALIMENTO SEA TU MEDICAMENTO”
Y “SÓLO TE ALIMENTES CON AQUELLO QUE TE CURA” (Hipócrates)
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LO MÁS IMPORTANTE EN LA VIDA ES VIVIR EN “SALUD”,
PORQUE CON SALUD PODRÁS HACER CUANTO QUIERAS Y
TE PROPONGAS, PERO SI PIERDES LA SALUD….
¿QUÉ PODRÁS HACER SI PIERDES LA SALUD?
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NOTA:
En mi Nueva Era, cuando la vida me concedió una “Segunda Oportunidad”, me propuse COMPARTIR todo mi
Conocimiento y Experiencia sobre la Salud, para que llegue a Todo el
mundo, sin ningún deseo, ni expectativa alguna.
COMPARTIR EL CONOCIMIENTO NOS HACE BIEN, MEJORANDO NUESTRA
SALUD, NUESTRA ALEGRÍA Y
NUESTRA RELACIÓN SOCIAL.
Emilio Tolosa Valverde
(Autor de la “Trilogía” de la Salud)
(Un tratado personal sobre el Conocimiento y la Experiencia
Testimonial de la Enfermedad y la Salud, vivido en
“Primera persona”.
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INFORMACIÓN SOBRE LA
TRILOGÍA
Correo: emiliotolosa@me.com
Tel. de Contacto: 647 42 31 91
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