jueves, 28 de febrero de 2019

LA INSTINTOTERAPIA (Segunda Parte)



LA INSTINTOTERAPIA
(La Segunda Parte Restante)

(Tema Nº 180 Incorporado en el Blog de “Salud y Vida”)


Los temas incorporados en este Blog, se encuentran clasificados, por meses y años, en la parte superior derecha del Blog, para que los puedas leer o consultar cuando quieras y te vaya bien. Gracias por Colaborar y Expandir el Conocimiento de la Salud,  para el bien común.
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Para escuchar el Nuevo Programa de “Salud y Vida” en Radio Castelldefels, sobre "LA ALEGRÍA DE LAS RELACIONES HUMANAS ", tendréis que PULSAR en estos 4 Youtubes y os llevarán al Tema 
de hoy:

a) Primera Parte:


b) Segunda Parte:


c) Tercera Parte:


d) Cuarta Parte:

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Todo empieza con una citación de San Agustín (Las Confesiones):

“Dirigiéndose a Dios dice: Tú me has enseñado a no tomar los alimentos más que como medicamentos, pero mientras paso de la irritación del hambre a la calma de la saciedad, la trampa de la codicia me acecha en el camino. Sí, precisamente cuando ocurre esto, es cuando hay placer y no otro camino que alcanzar, donde la necesidad obligue que esto ocurra.
Ahora bien, aunque se coma y se beba por motivo de salud, se añade un peligroso compañero, ”el goce, que actualmente intenta tomar la delantera para hacer por su cuenta lo que yo declaro, querer hacer por motivo de Salud. Por otra parte, la medida no es la misma. Lo que para la salud es suficiente, para el “Regazo o el Placer” es muy poco. En muchos casos aparece la duda.
¡Es que el cuerpo, en vista a su mantenimiento, retorna un refuerzo indispensable, o es que la codicia con su engaño propone en vista al placer sus buenos oficios!.
Esta duda pone a la pobre alma de mal humor. Se busca la excusa, una garantía al no poder sacar en claro qué régimen es el adecuado, de tal forma que, bajo pretexto de salud, trabaja por el interés del goce. Contra tentativas de este tipo, me resisto cada día, con gran esfuerzo, e invoco tu socorro, y me dirijo a ti en mis fluctuaciones, incierto como estoy todavía, del partido a tomar en esta materia”.

El pobre San Agustín estaba en un mar de dudas y sufrimiento.

Por otra parte quisiera remarcar la primera frase: TU ME HAS ENSEÑADO A NO TOMAR LOS ALIMENTOS MAS QUE COMO MEDICAMENTOS.
Yo estoy sorprendido de encontrar este razonamiento, en un texto religioso porque, fijaos la coincidencia, con la idea de Hipócrates de la antigua Grecia, que corresponde y se identifica con la mentalidad de San Agustín, cuando decía: SOLO TE ALIMENTES CON AQUELLO QUE TE CURA Y SOLO TE CURES CON AQUELLO QUE TE ALIMENTA.
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(CONTINUACIÓN DEL TEMA ANTERIOR) 

¿Como es posible que dos pensadores tan lejanos culturalmen y en el tiempo, coincidan en estos fundamentos? ¿Como es posible que esto no se haya tenido en cuenta jamás, en medicina? 

Si pasamos esta línea “límite”, entonces nos tenemos que acoger a las consecuencias, porque naturalmente hay otros avisos que nos hacen sentirnos repletos.

Unas veces, el olor no es agradable, otras el gusto se vuelve insípido, sólo con ese alimento en concreto.
Volvemos a otro alimento, lo olemos y si nos apetece, podemos comerlo con toda tranquilidad, ya sea una pieza, ya sean 2 kilos, mientras el cuerpo nos lo pida y cuando lo podamos comer placenteramente pero no con el placer de la memoria, sino por el placer del gusto o del olfato. Actuando de esta forma, no existe ningún peligro. Nos inmuniza de cualquier peligro. Peligro que nos han creado con respecto a la naturaleza. Es increible que desconfiemos de la naturaleza como si fuera nuestra enemiga.
Realmente es nuestro mejor aliado, siempre y cuando, estemos en condiciones de poder estar en contacto y recibir sus avisos, porque nos está avisando en todo momento.

Un veneno no es lo que hoy en día consideramos un veneno. Un veneno puede ser una manzana sabrosísima, que ya ha pasado el límite del paso instintivo. No solamente las cosas prefabricadas o las cosas cocidas pueden ser venenos. Una naranja o una manzana recién cogida del árbol, si hemos pasado el paro instintivo, se vuelve contra nosotros porque no nos avisa el cuerpo. Es un excedente y al principio nos avisa con estos síntomas que hemos visto antes, es decir irritación de los labios, con un resquemor, picante o con un gusto desagradable.

Porque a mi me gustan los plátanos y, como me gustan, sigo comiendo sin tener en  cuenta que ha habido un cambio en el Olfato o en el Gusto.

Esto está muy claro. No hay que dudar, en si será o no será. Está completamente demostrado, es algo fraganti, es instintivo, no hay ningún problema y de ese aspecto estamos protegidos contra cualquier prejuicio. Una comida puede estar “pasada” y resultar buena para el cuerpo, y otra comida estar igualmente “pasada” y ser perjudicial para el cuerpo. El cuerpo nos avisa, en cualquier momento, donde hay un peligro, porque el Gusto y el Olor no es el mismo, cuando el cuerpo necesita una comida o no la necesita.    

Un día, a un periodista le taparon los ojos y se le dio para comer distintas setas. Comió varias de ellas y, al ir a comer una de ellas, que era muy venenosa, al masticarla, cuando la saliva hubo absorbido los principios activos, empezó a encontrarle un gusto repugnante y seguidamente la escupió. El periodista estaba convencido de que su Instinto le avisaría si le ponían un alimento que le podía hacer daño. Creía en su Instinto. Realmente le funcionó.

En muchos casos, el Instinto está atrofiado. No prestan atención ni al Gusto ni al Olor. Para unas personas, el despertar de este Instinto será muy rápido, entre 7 ó 10 días, pero en general suele ser de unos 15 ó 20 días. Es increíble, que algo que ha estado mucho tiempo aplastado y yugulado, pueda despertar con sólo darle la oportunidad. Y es así.

La forma más rápida es, para evitar los mecanismos de la memoria, cerrando los ojos, y otra persona al estar con nosotros y no reconocerla por el tacto, pasan todos los alimentos  por delante de la nariz y uno los huele. Si eso les atrae, lo pone a un lado, y si lo repele lo pone a otro lado. Uno se sorprende al ver las selecciones que hace. Yo me quedé sorprendido, al repeler con asco unos plátanos, cuando para mí es una de las frutas que más me gusta. Me podía comer muchos en cualquier momento. En aquellas circunstancias los encontraba realmente repugnantes. Lo que indicaba que estaba saturado de tanto comerlos. En cambio, otras frutas que yo jamás hubiese comido, las encontraba sabrosas.
Hay dos cosas que en la cultura son sagradas: la comida y el sexo. Ahí no se permite que nadie entre. Son terrenos vedados. En la comida y en el sexo, ponemos muchas frustraciones. Creemos que comemos y realizamos el sexo por necesidad y en un 90% no es por necesidad, es por compulsión, por coacción, porque vivimos una vida vacía, porque tenemos problemas de relación y por problemas personales de todo tipo, y entonces lo compensamos, ya sea con el sexo, ya sea con la comida, por el vacío que nos deja la vida que llevamos.

Pero la vida natural no tiene porqué compensarse con nada. El sexo tiene una función y la comida tiene otra función. Pero esa compensación no incluye el compensar frustraciones emocionales y psíquicas o de relación. Entonces, culturalmente, incluimos en la comida, todos estos factores que falsean la realidad.

Es una coacción pensar que en una época nos gustaba este u otro alimento. !Qué sabroso estaba entonces!. Por ello se produce una coacción, que nos obliga a comer un determinado alimento aunque nuestro cuerpo no lo necesite, o el tener que estar siempre “picando” aunque no tengamos hambre.
Parece como si tuviéramos que estar siempre comiendo. No tengo hambre pero tengo que comer algo.

Esa forma compulsiva surge porque tenemos que llenar vacíos, por los problemas que tenemos, de tipo laboral, de relación, de personalidad … etc. Como tenemos esas memorias y están deseando salir, si se nos frustran, entonces nos revelamos. De la misma forma trabaja nuestro subconsciente.

Otras circunstancias de la vida es pensar que las drogas son solamente la cocaína, la morfina … etc. y, para algunas personas, podemos incluir como drogas, algo que nos beneficie, como los medicamentos, pero no dejan de ser drogas. Las drogas son elementos químicos “prefabricados” y como tal, la comida condimentada, cocida, frita o tratada por el fuego, es una droga, porque ha creado moléculas que no existían antes y, por ello, se transforma en una droga que crea dependencia.

Muchas veces,  cuando se come de esta forma, al cabo de cierto tiempo, existe lo que conocemos como drogas duras, que es el “mono”, una dependencia a nivel bioquímico del cuerpo, que nos ocurre con el alcohol, el tabaco y con otras drogas. Si esto no se sabe, puede ser un escollo que no se supere.
Cuando todo esto se sabe, uno está preparado, lo acomete con conocimiento de causa y puede superarlo, porque es un elemento químico que no está en la naturaleza.

El hombre está preparado y programado genéticamente para estar inmerso en su entorno natural. Las moléculas químicas, digo químicas, porque antes no estaban en la naturaleza, sino que son creadas por reacción química, por el rompimiento de las moléculas naturales y por el fuego. A esto se le llama escisión (rompimiento por el fuego) lo que hace la cocción al tratar con fuego los alimentos. Es entonces cuando se crean unos “Radicales Libres” que son altamente inestables, y tienen la tendencia a unirse nuevamente y formar nuevos compuestos que no existían antes. Estos nuevos componentes se van rompiendo en dos, que tienen distintas características a los anteriores porque son totalmente nuevos. Esto sucede por la alteración química que sufren los alimentos. Este es un escollo más y tenemos que estar preparados para afrontarlo. En vez de vivir en contacto con la realidad, lo que hacemos es crear ideologías e ideales, compensándolos emocionalmente.

Es dicho, que la leche de vaca es un elemento natural. !Por supuesto que es natural para el becerro!, pero no para nosotros que nos lo presentan habiéndola “hervido” a una temperatura realmente asombrosa, descompuestas todas sus moléculas y presentando al mercado algo que no se parece, en nada, a la leche natural de la vaca.

Referente a las legumbres,  se dice que son duras y no se pueden comer en estado natural, pero si se “germinan” se ponen blandas, y son perfectamente comestibles y, si se cuecen las legumbres, ya se ha roto todo el equilibrio de la leguminosa.

¿Porqué hemos de forzar a la naturaleza y "cocer" los alimentos 
por el hecho de poder comerlos?. 
Si no se puede comer un alimento se deja y no pasa nada.

El Instinto de las personas no acepta que se le fuerce. El comer una cosa u otra, solamente se centra en estar atento a lo que el Instinto nos pide. ¡No hay que forzar al cuerpo en nada!. La persona, al nacer, está preparada para aceptar los alimentos al natural.

Con la intervención de la química, los alimentos cambian de sabor, de presencia, de atractivo. Se está engañando al alimento, sólo para que sea apetitoso, para que sea bonito y lo podamos comprar, añadiéndole aromas sintéticas, olores copiosos y engañizos. Hay muchas empresas, que conocen muy bien este tema. En todo ello hay muchos intereses creados, principalmente económicos, que más vale no entrar en  este tema.

Si hemos dicho que la persona está adaptada a lo natural, ¿Porqué se induce a decir que la persona se debe esforzar para alimentarse del alimento crudo, cuando lo “anormal” es adaptarse a la composición química de los alimentos?. Esta química es lo que no es natural. La química sólo hace que quitar los componentes naturales y biológicos a los alimentos. ¡Es un fraude a la naturaleza”.

Se suele decir muchas veces, que introducirse en este sistema de alimentación, totalmente natural e instintivo, provoca diarreas,  descomposición … etc. Pues bien, esto ocurre porque como el cuerpo está adaptado a una mala alimentación, por ingerir elementos químicos, desequilibrios en los componentes de los alimentos … etc., ocurre que al comer alimentos naturales empiezan a limpiar en el cuerpo, todos estos elementos insanos, eliminándolos de distintas formas, porque la alimentación natural siempre se impone a la alimentación con química y desnaturalizada.

Del mismo modo que un gato coge unas determinadas hierbas para poder desintoxicarse o poder vomitar y evacuar en forma de bola los pelos que traga al limpiarse con la lengua, cosa que muchos sabemos. Este es el proceso natural. El gato no ha ido a la escuela para aprender esta forma de actuar. ¡Actúa por Instinto!.

Es interesante comentar un caso ocurrido, no hace mucho tiempo.

Los empleados de una empresa, que por prudencia no cito el nombre, se encontraban en huelga de hambre porque los dueños querían cerrarla.

Al cabo de 15 días que duró la huelga de hambre, los médicos procedieron a efectuarles ciertos análisis y revisar el estado de salud de los empleados, esperando que estuviesen enfermos, anímicos o con ciertas alteraciones en cuanto a la salud se refiere. Lo único que observaron fue que tenían el colesterol muy alto.
Es curioso observar que de ello no se hizo comentario alguno ni en la prensa ni entre los medios facultativos.

Es sorprendente observar que cuando las personas comían, tenían una cierta tasa de colesterol y estando 15 días en “ayuno” y sin comer, les subía el colesterol sin haber ingerido ningún alimento con colesterol. ¿Qué ocurrió?. Pues bien, lo que pasó fue que generalmente se suele comer demasiados alimentos muy ricos en colesterol y como el cuerpo no tiene una medida que avise que no puede comer más, las barreras que evitan el paso de tanto colesterol, se rompen. Las barreras que habían al principio, al pasar absolutamente todo, se quedan encasquilladas en los pasos intermedios, en las articulaciones y  en las venas.

Al estar sin comer, lo que ocurrió fue que el cuerpo empezó a bombardear con las moléculas,  reaccionando y  deshaciéndose de todo el colesterol que tenía adosado en las paredes de las arterias, venas y articulaciones. Al desecarse el colesterol de las paredes, pasó rápidamente al riego sanguíneo, inundándose de colesterol por todas partes, introduciéndose posteriormente a la linfa para ser eliminado. Por esta razón había más colesterol después del ayuno que antes del ayuno. ¡Esto es lo más natural del mundo!.

Las personas utilizamos una mínima cantidad de alimentos de los que comemos. Muchos de ellos se sitúan en órganos o paredes, porque no son necesarios, produciendo ciertas alteraciones o enfermedades. Por ello, muchos hablan de lo beneficioso del ayuno, al menos una vez por semana.

Suele ocurrir, que al iniciarse en una dieta natural, pueda observarse que se eliminan rápidamente los alimentos o bien que se vaya un poco estreñido.

Esto depende de cada cuerpo. Incluso se puede perder peso hasta que se eliminan las impurezas que habían en el organismo. Finalizado el proceso de eliminación y pérdida de peso, se procede a encontrarse mejor y recuperar el peso perdido.   
El proceso de la alimentación por un sistema natural, comiendo sólo aquello que procede de la naturaleza, no es una decisión fácil. Unos lo hacen por necesidad. Otros por curiosidad, y otros por tener experiencia en lo que sucede con una alimentación fuera de lo corriente.

Cuando una persona se ha adaptado a lo natural, es cuando actúa el INSTINTO. Ni uno mismo se da cuenta, es el Instinto el que elige aquello que necesita el cuerpo. Son las propias células a nivel biológico, es decir, es la inteligencia biológica la que lo sabe y decide. A esta forma de actuar es a lo que llamamos el “YO” personal.

Resumiendo:

El Instinto sólo funciona cuando el cuerpo está adaptado a una alimentación natural, que no incluya ninguna incorporación de química, ni que sean alteradas las moléculas de que se componen ya sea a través de la cocción, la fritura, por descomposición de sus moléculas, a través de hornos a altas temperaturas o por cualquier otro medio de adulteración.


SI DESEAS LLEVAR UNA VIDA SANA, PREVENIR ENFERMEDADES Y DISFRUTAR DE UNA BUENA SALUD,
HAZ CASO A TU PROPIO INSTINTO Y
NO TE ARREPENTIRÁS JAMÁS.

QUE EL ALIMENTO SEA TU MEDICAMENTO”  Y  “SÓLO TE ALIMENTES CON AQUELLO QUE TE CURA”   (Hipócrates)
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LO MÁS IMPORTANTE EN LA VIDA ES VIVIR EN “SALUD”,
PORQUE CON SALUD PODRÁS HACER CUANTO QUIERAS Y 
TE PROPONGAS, PERO SI PIERDES LA SALUD….
¿QUÉ PODRÁS HACER SI PIERDES LA SALUD?
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NOTA:

En mi Nueva Era, cuando la vida me concedió una “Segunda Oportunidad”, me propuse COMPARTIR todo mi Conocimiento y Experiencia sobre la Salud, para que llegue a Todo el mundo, sin ningún deseo, ni expectativa alguna.

COMPARTIR EL CONOCIMIENTO NOS HACE BIEN, MEJORANDO NUESTRA SALUD, NUESTRA ALEGRÍA Y
NUESTRA RELACIÓN SOCIAL.

Emilio Tolosa Valverde

(Autor de la “Trilogíade la Salud)

(Un tratado personal sobre el Conocimiento y la Experiencia Testimonial de la Enfermedad y la Salud, vivido en
Primera persona”.
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 INFORMACIÓN SOBRE LA TRILOGÍA

Correo:    emiliotolosa@me.com
Tel. de Contacto:     647 42 31 91



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