domingo, 26 de marzo de 2017

!FONDO Y TRASFONDO!-"CAUSA Y EFECTO"


FONDO Y TRASFONDO

CAUSA Y EFECTO


 (Tema Nº 155 Incorporado en el Blog de “Salud y Vida”)

Los diversos temas están clasificados por meses y años
 en la parte superior derecha del Blog, para que los puedas leer o consultar cuando quieras y te vaya bien.
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Texto extraído del libro “Implantando Raíces de Bien

Un amplio sentido de la enfermedad y la salud, 
vivido en primera persona. 

(En la Causa está el Fondo; En el Origen está la Causa; Sin Causa no hay Efecto y si no hay Efecto no hay enfermedad)

A mis 67 años, aprendí y comprendí el concepto de dos palabras clave: el Karma y el Dharma.

El Karma lo he comprendido como mi predestinación, mi diseño de vida, mi causa y mi destino. También he comprendido que mi Karma no es casual, sino que procede de un devenir anterior a mi nacimiento, engendrado en mis genes y mi ADN personal.

Mi Karma es el proceso de vivir, desde el primer día hasta el último respiro de mi existencia, inmerso en la enfermedad.

Tienes dos caminos: “o lo entiendes o lo entiendes. Tú eliges”.


Han pasado varias decenas de años, me pongo a pensar, desde lo más profundo de mis convicciones reales y llego a una conclusión: He nacido para vivir siempre con la enfermedad. Es mi destino, es mi vida y es el proceso, a través del cual, debo aprender a vivir y a llevarlo con la mayor Conciencia y Dignidad posible.

“La enfermedad ha sido, es y será, mi forma de vivir, mi experiencia personal y, al final, he descubierto que es mi mejor amiga”.

Es como percibir, que mi vida no tiene sentido fuera de la enfermedad.

En unas culturas se dice que es mi destino. En otras le llaman el Karma. Yo lo llamo, vivir inmerso en la enfermedad, desde antes de nacer hasta el día de hoy y, con toda seguridad, mi enfermedad me acompañará hasta el último día que deje de respirar.

Lo que siempre he tenido claro es que, a pesar de toda mi existencia física caótica, nunca he tirado la toalla. Siento que he sido muy peleón con mi existencia. He creado profundas convicciones.

Algunas personas que me conocen bien, me han definido como una persona inagotable, capaz de poner mis cinco sentidos, para alcanzar la estabilidad física, mental, emocional y espiritual, a pesar de todo.

En estos momentos y después de las varias décadas de caer y levantarme de nuevo, puedo afirmar que “Amo” a mi enfermedad. He aprendido a vivir con ella y me sería difícil vivir de otra manera.

Han existido días de profunda desesperación. Días de profundos complejos. Días de no tener capacidad de poder compartir mis más profundas depresiones. Pero yo creo que siempre he tenido un algo, no sé que nombre ponerle, pero me ha empujado a seguir adelante, vivo y despierto.

Algunas veces he meditado, acerca de las derivaciones de la Diabetes, respecto al dulzor del azúcar. ¿No será que mi problema con la diabetes “Mellitus tipo I insulino dependiente” viviendo con ella más de 55 años, deriva de la dulzura? ¿Es que me ha faltado dulzura en mi vida?

La enfermedad siempre expresa la enseñanza de los motivos por los cuales se manifiestan las patologías.

¿Qué me está indicando la enfermedad?. ¿Qué tengo que cambiar?. ¿Cuál es el aprendizaje que se expresa a través de la enfermedad?.

Son muchas las preguntas, pero es preciso encontrar las respuestas adecuadas.

A este trabajo de búsqueda, unos lo llaman Conciencia interior. Otros lo llaman la comprensión del “Karma y el Dharma”. ¡Qué sé yo!. Otros lo llaman Fe. A mí me gusta llamarle “el sentimiento que no tiene nombre”. Es la mejor forma de llamar, a algo que no tenga disparidad de opiniones ni confrontaciones religiosas.

A veces le pongo el nombre de “es lo que es”, y punto. Creo que no es bueno nombrar con conceptos, lo que no tiene concepto.

La vida desde mi experiencia de momentos caóticos, momentos de desesperación y momentos de profunda esperanza, creo que es “un Don inexplicable”. A pesar de todo, la vida está llena de “Vida”, de sol, de agua, de montañas, de riachuelos, de valles y de una naturaleza que, sólo contemplándola, se disipan todos los males y todos los sufrimientos. La Naturaleza de la vida aparece para Dar Vida. De cada uno depende lo que haga con ella, porque tenemos la capacidad de discerdir, es decir, tenemos la capacidad de “Elegir” el Camino que nos lleve a la elevación de la Conciencia para Dar sentido a nuestra vida.

De pequeño me encantaba contemplar las nubes blancas de la Mancha, como si fueran de algodón, en un cielo azul intenso y escuchar el ruido del agua cuando llueve, estando en la cama a 25 grados bajo cero. Ésa fue la temperatura reinante el día que nací, veinticinco grados bajo cero, con un frío realmente intenso.

A veces me he preguntado, si este frío intenso, sería el frío de mi predestinación, de mi trayecto, de mi frío proceso para toda mi vida.

Hasta la temperatura era extrema, lo mismo que mi vida ha sido siempre extrema, caminando por el “Filo de la Navaja”, entre la vida y la muerte.

¿Quieren que les diga lo que piensan de mí, las personas que me conocen bien?. Dicen que soy un “kamikaze” de la vida, de la salud y de la enfermedad.

Cuando intuyo o averiguo algo que me pueda ayudar a seguir adelante, ése es mi verdadero proyecto inmediato. De repente me pongo en acción y hago lo que tengo que hacer. He comprendido que poner en práctica todo aquello que se aprende, es lo que te ayuda a vivir en la verdadera Realización personal.

La Cultura y el Conocimiento que no se aplica y que no se pone en funcionamiento, creo que no sirve para nada, es como perder el tiempo en teorías blandas sin fundamento. Sin embargo, la Sabiduría es la práctica y la vivencia del Conocimiento adquirido.

Este proceso da sentido al trabajo realizado; Da sentido a lo que aprendes; Da sentido a la comprensión de lo que has aprendido y Da sentido a la vida cuando lo vives, lo pones en funcionamiento y lo llevas a la práctica cotidiana del día a día.

Con esta nueva experiencia, la vida la centras en la Cultura, en la comprensión de lo que has aprendido y en el Conocimiento que adquieres con la Acción o la práctica, haciéndola formar parte de tu vivir cotidiano. “Vives la práctica del Conocimiento”. A este proceso lo llamo “vivir en Sabiduría, vivir la vida desde la Realidad y vivir en el momento presente con toda intensidad.

Aquí no encajan ni los conceptos intelectuales, ni la suerte, ni los deseos, ni el mundo ilusorio. Aquí se aprende a vivir “Bien Vivo y Despieto”, es decir, a vivir en Conciencia, de tal modo, que todo se vuelca en la evidencia. La teoría aquí no sirve, hay que convertirla en tu propia Realidad.

Las cosas son lo que son y la vida es el Resultado de lo que tiene que ser. Todo lo demás son deseos infructuosos que no tienen consistencia. He aprendido que es importante el saber, pero no creo en el saber de la simple teoría. Considero que la teoría no te hace salir de los profundos problemas y, no te ayuda demasiado, a lograr el Camino de la salud y superar la enfermedad.

Sin embargo la Cultura es el primer peldaño del recorrido hacia la Sabiduría.

El tiempo y la experiencia, me han demostrado que hay varios caminos que, al final, se convierten en uno solo.

1º.-  EL CAMINO DEL SABER, DE LA CULTURA.

Consiste en poseer información y datos desordenados, sin saber ni comprender nada de lo adquirido. Son como los datos fríos que introduces en el disco duro de un ordenador (tu cerebro).
¡Has ido a ver una película!

2º.-  EL CAMINO DEL CONOCIMIENTO.

En este espacio, se empieza a entender, comprender y asimilar la información que se ha adquirido a través de la Cultura.
¡Has comprendido el verdadero mensaje o significado de la película!

3º.-  EL CAMINO DE LA SABIDURÍA.

Es el Camino de la vida; El Camino de la práctica; El Camino de la experiencia; El Camino que te hace Crecer; El Camino que sin él, no te dirige a ninguna parte.
¡Es la utilidad práctica del mensaje que el director de la película ha colocado en el guión!. ¿Te ha servido para algo la película que acabas de ver o solamente has perdido el tiempo?.

4º.- EL CAMINO DE COMPARTIR LA SABIDURÍA

Una forma sencilla, humilde y asequible para todo el mundo. Para el listo y para el menos listo.

La mejor forma de comunicar, es usando palabras de vida que puedan ser entendidas y comprendidas por todo el mundo. ¡Ésa es la Sabiduría!.

Éste ha sido otro de los problemas que he tenido que superar en el transcurso de mi experiencia con la enfermedad.

La ciencia médica utiliza palabras que la gente “de a pie”, no entiende ni comprende. Es como si solamente se hablara para un cierto tipo de seres desconectados de la Realidad del mundo.

¡Es una pena hablar, sabiendo que los demás no te pueden entender ni comprender!. ¿Quién es el inculto o el ignorante,
el que habla o el que escucha?. Creo que con esta actitud,
el que habla no sabe comunicar el verdadero mensaje
de la comunicación “afectiva”.

Escuchar a profesionales, a los que no entiende nadie, a esos profesionales, que parecen como si hablaran a sordos, con palabras técnicas y vacías, que no son útiles y no se comprenden, no ayudan a nadie y sólo confunden y proporcionan enormes dudas a los enfermos.

Después de toda mi experiencia de enfermo, si yo hubiera tenido profesionales que, en vez de “salvarme”, me hubieran enseñado a comprender y entender la enfermedad, conocer sus causas, sus procedencias, sus influencias mentales, sus influencias emocionales e incluso sus influencias espirituales, me hubiera ahorrado infinidad de problemas, dolores, depresiones y sufrimiento. Hubiera aprendido a tratar las enfermedades con más cariño, con más comprensión y con una actitud más benévola.

Después de muchos años de enfermedad, he comprendido que las enfermedades no vienen por casualidad. Siempre tienen una Causa, y cuando comprendes las Causas es mucho más fácil salir de ellas.

Cuando comprendes la enfermedad, aprendes a dejar de vivir Contra ella.

Es lo mismo que ocurre cuando tienes a tu lado a una persona que no conoces. Todo son dudas, miedos, temores, juicios, prejuicios y falsas interpretaciones.

A medida que la empiezas a conocer y comprender, la confianza y la amistad florecen por sí mismas, desaparecen las dudas, desaparecen los falsos conceptos y la vida, entre ambos, es mucho más llevadera y comprensiva, incluso se puede llegar a una confianza fraternal.

Una cosa es vivir para ella, la enfermedad, ir en Contra de ella, y otra muy distinta es vivir Con la enfermedad.

La enfermedad se puede conviertir en tu compañera de viaje. Sigues estando enfermo, pero la enfermedad y tú habéis hecho un “pacto de entendimiento”, ya habéis dejado de pelearos.

“Cuando comprendes el verdadero sentido de la Causa
de la enfermedad, comienzas a entender la vida
y la salud que se desprende de ella”.

He aprendido a vivir con ellas, las enfermedades crónicas, como si fuéramos amigos. Parece difícil de entender pero si alcanzas este nivel, la enfermedad se comporta de una forma completamente diferente. Es como si la enfermedad se moviera, se desplazara y se comportara de otra forma completamente distinta. ¡Está como si no estuviera! Hasta tal punto, que se puede “Amar” la enfermedad, como si fuérais “Compañeros de Viaje”

“Es la experiencia vivida de un “kamikaze”, que empezó a estar enfermo antes de nacer y, a sus setenta años, y los que sucederán hasta el final de los tiempos, seguirá por el mismo Camino que la enfermedad le enseñó”.

Si aprendes a vivir y Amar la enfermedad, ella se comportará contigo como una verdadera “compañera de viaje” por este mundo maravilloso, que me ha hecho comprender que la enfermedad también puede ser Tu razón de vivir.

“En un momento muy concreto y bien determinado, cuando mi vida se encontraba más ALLÁ que AQUÍ, con un deterioro de tal magnitud que había perdido mi razón de ser y mi sentido en la vida, mis enfermedades me llevaban a mí, en vez de yo llevar a las enfermedades”.

Cuando observé que mi vida había perdido todo sentido, que estaba perplejo y metido en la desesperación, me encontré con una persona, que no conocía de nada, quizás un nuevo  “Compañero de viaje” que la vida colocó a mi lado, y me expresó sus sentimientos personales, así como la postura y el cambio que yo debía experimentar.

Él me dijo:
 
«Permíteme que te indique que estás muy equivocado en la forma como vives y la forma como interpretas la enfermedad».
¡No puedes ir por el camino que vas, debes pararte, analizar, comprender y encontrar la naturaleza de tu vida, el sentido que tiene tu vida y tu enfermedad. No estás enfermo por casualidad. “Todo tiene una razón de ser”.
Debes comprender el porqué tu destino está centrado en la enfermedad y no en la salud, que es lo natural. ¡Tienes que cambiar!.
¿Qué es lo que tengo que cambiar?, le dije.
Él me respondió:
 “Párate. Calma tu mente. Intenta comprender el porqué de todo lo que te ha pasado. Analiza y comprende desde el momento en que fuiste engendrado por tus padres. Analiza y comprende las consecuencias, las circunstancias, las alegrías y las frustraciones, si las hubo. Analiza tu niñez con sus alegrías y tristezas. Analiza y comprende cada momento, cada recuerdo, cada acto, cada relación con tus padres, hermanos, familia y amigos. “Nada viene porque sí”. Todo tiene una naturaleza. ¡Búscala!.
Analiza y comprende tu vida desde la infancia hasta tu primera juventud. Tus vivencias, tus sentimientos, tus alegrías, tus tristezas y tus depresiones y busca tu Realidad con la mayor claridad posible.
Analiza y comprende tu vida en los momentos de tu adolescencia. ¿Cómo los viviste, que pasó, cómo te sentías contigo mismo y con los demás?. Aprende de la Realidad, de la Verdad, de tu propia Verdad.
En muchas ocasiones, la Verdad sólo se encuentra dentro de ti, en lo más íntimo de tu Conciencia.
Aprende a buscar desde el Camino correcto, donde no existe manipulación, ni conceptualización, ni pensamientos llenos de frustración, incomprensión y dudas.
Aprende y comprende tu entrada en los primeros inicios de tu ser adulto. Tus miedos, tus inseguridades, tus temores, tus alegrías, tus dichas y tus ilusiones. “Todo eso eres tú”. Lo bueno y lo malo.
Aprende y comprende los primeros momentos en que te tomaste en serio el Amor personal, en pareja, en la nueva familia que vendrá, en tus nuevos proyectos. “Piensa en la Realidad de tu vida”. ¿Comprendes?. Eso es lo más importante: comprender, razonar, verificar, analizar... etc. Ésa es la Comprensión de tu vida real. ¡Aprende a pisar sobre el suelo firme!.
¡Comprende la enfermedad pero comprende, así mismo, la salud!.

Nunca en mi vida, había sentido la Realidad tan de cerca. Las palabras me penetraban en lo más profundo de mi Ser, de mi mente, mi cerebro, mis sentimientos, mis emociones, mi espiritualidad.

Me pregunté a mí mismo… ¿Y por qué no?. Por qué no volver, a mis 50 años, a replantearme la vida de nuevo y empezar desde cero. ¿No valdría la pena cambiar realmente el sentido y el rumbo de mi vida?

Aquí nació el verdadero sentido de escribir este libro, “Implantando Raíces de Bien”, lleno de experiencias, de esfuerzos, de intentar cambiar casi todo. Empezar desde cero. Aprender a ser un Ser nuevo y diferente.

Ahora he cumplido setenta años. Después de comprender, examinar, razonar y vivir mi experiencia basada en la Realidad y la práctica cotidiana, vivo un profundo sentimiento de Gratitud y Respeto por todo lo aprendido y lo experimentado, en estos últimos 20 años de mi nueva vida.
La vida me ha  concedido una “Segunda oportunidad”.

En este momento de mi existencia, he tomado el compromiso personal de vivir el resto de mi vida para “Compartir” mi experiencia de vida; Mi nueva cultura; Mi nuevo conocimiento y mi nueva Sabiduría (la práctica del Conocimiento) con la más profunda humildad, sabiendo que mi Experiencia y mi Sabiduría no pretenden permanecer en la Verdad Absoluta sino, más bien, desde mi sentimiento más profundo nacido del interior que, estoy convencido que todos llevamos dentro.

“He comprendido la enfermedad, viviré con ella el resto de mi vida y seré una persona llena de Alegría hasta la última molécula de aire que penetre por mis pulmones y
me dé un profundo respiro de Vida”.

Mi experiencia me ha hecho comprender que “Todos” tenemos dos personalidades o dos “Cuerpos”. UNO centrado en el cuidado de lo exterior y OTRO el que permanece en nuestro Interior, el cual se manifiesta a través de la Alegría, la Serenidad, la Calma, la Quietud, la Paz, el Amor … y, todo ello, se manifiesta y se expresa, a través de un Profundo Silencio.

Lo más importante que he logrado en mi vida es poner en contacto a estos “Dos Cuerpos”. Que se sientan bien el uno con el otro. Que permanezcan en Equilibrio, en Armonía y en Plenitud, porque los dos están tan íntimamente conectados, que podría decirse que ambos forman una misma UNIDAD. El uno sin el otro no podrían existir, no tendrían sentido. ¿Cómo se conectan estos dos cuerpos o personalidades para “Caminar” en una misma dirección?.

He experimentado y comprendido algunas realidades:

-  La MEDITACIÓN

Es la experimentación de la Energía de la Vida en Silencio, en Calma, en Quietud, en Serenidad, en Benevolencia, en una Paz interior profunda, desde la cual no pides ni dices “Nada”. Sientes la necesidad de que tu Ser Interior se manifieste a través de ti, sin que tú hagas absolutamente “Nada”.

¡Tu cuerpo exterior sirve como medio para que
tu Ser Interior se manifieste!.

-  La ORACIÓN

Es la presencia y el diálogo permanente, en profundo silencio, con un Ser Superior, la Fuente de la Vida, la Energía Universal, la Energía Interna, la Energía Vital, la Madre Naturaleza, la Madre Tierra, que no sabemos por qué, pero nos proporciona Estabilidad, Alegría, Plenitud y Amor.

El nombre que se le dé a esta “Conexión”, no importa demasiado, es indiferente, porque tiene demasiados nombres y una sola Realidad.

¡Cuántas guerras, conflictos y muertes han causado, la defensa de estos conceptos, por imponer su razón en “minúscula”!. ¡Cuánto sufrimiento se ha causado a la humanidad!.

La Oración es dejarse inundar por esta Energía Interna, Vital y personal, para que, a través de ella, se encuentre el Camino de la Benevolencia y del Testimonio personal, es decir, aprender a Ser lo que esa Energía quiera que yo sea, porque yo también formo parte de esa maravillosa Energía Universal.

Dejarse llevar por esa maravillosa Energía, es otra de las formas de vida más hermosas de las que he tenido la experiencia de vivir.

Las dos actuaciones son verdaderamente necesarias y maravillosas para alcanzar el Equilibrio, la Armonía y la Plenitud personal, sintiéndote verdaderamente lleno de Alegría y de Vida.

Mi nueva experiencia es la ESPIRITUALIDAD “bien entendida”.

- Amar de Verdad mi cuerpo físico y cuidarlo es Espiritualidad.
- Amar de Verdad mi Mente “en Mayúscula” y cuidarla, es Espiritualidad.
- Amar de Verdad mi Conciencia, mis Sentimienos, mi Existencia y mi Realidad es Espiritualidad.
- Todo mi Ser integrado y cuidarlo, forma mi Espiritualidad.
- “Dedicar” parte de mi tiempo a ayudar a los demás, también es Espiritualidad”.

¿Quién no conoce la hermosa frase que dice:
Ama y haz lo que quieras?

Otra cosa que aprendí, en Conciencia, fue el profundo sentido del Sufrimiento. Comprendí Realmente, que el sufrimiento no sirve absolutamente para nada, lo mires desde el ángulo que lo mires.

Muchas veces me he preguntado: ¿Para qué sirve el sufrimiento?. Con un realismo total y absoluto, creo que el sufrimiento no sirve para nada. Solamente sirve para anularte, limitarte y deprimirte.

Pero…, si no sirve para nada, ¿porqué todo el mundo sufre?. Se sufre por los hijos. Se sufre por la familia. Se sufre por el amigo enfermo. Se sufre por el qué dirán los demás de ti. Se sufre por tantas cosas, que se ha convertido en un “Mito”. Como si lo más normal del mundo fuese el sufrimiento.

Creo que sufrir es patético, te anula, te limita, te ata, te condiciona. Sufrir..., ¿Porqué y para qué tienes que sufrir?.

La persona que sufre constantemente por todo, permanece siempre limitada, sin sentido, sin esperanza, sin alegría y sin paz en su interior. Si una persona está enferma y sufre, y tú vas a verla y sufres, ya son dos personas que sufren. Y si vinieran más personas a visitar al enfermo, serían varias personas sufriendo. ¿Qué significado y que sentido tiene el sufrimiento?. Todo el mundo sufre y me pregunto en realidad:  ¿Para qué se sufre?.

Lo curioso es que la gente cree que sufrir es lo normal.

Si el sufrimiento te limita, ¿No sería más lógico ayudar al enfermo, hacer por él todo lo que tienes que hacer, transmitiéndole Alegría, Tranquilidad, Cariño, Bondad, etc., en lugar de que te vea sufriendo?.

Es como si el enfermo se sintiera culpable de ver sufrir a los demás por su culpa. ¿Esto ayuda a alguien?.

Sin embargo, si vas por la vida con Alegría, con optimismo, con los brazos abiertos a ayudar, haciendo lo que tienes que hacer, toda la vida cambia de sentido, tanto la tuya como la de los demás.

Lo malo crea malo y lo bueno crea bueno”.

¿No es este conocimiento una buena forma de analizar la Realidad de las cosas?.

Actúa de tal forma que tu mano derecha no se entere de lo que hace tu mano izquierda. Actúa con una profunda humildad. Solamente haz lo que tengas que hacer, pero hazlo en Paz y con Alegría. ¡Esta actitud sí que tiene sentido!.

“Haz y da lo mejor de ti mismo, pero no te centres en el Resultado. El Resultado será lo que la Energía de la vida quiera. La vida sabe cuál es el mejor Resultado para ti y ese Resultado es el que encontrarás a través de la vida”.

¡Tú haz siempre lo más correcto que esté en tus manos y olvídate del Resultado!. Yo creo que el resultado viene dado, no por lo que haces, sino por lo que te consiente la vida, lo que más te conviene, tanto si lo comprendes como si no lo comprendes.

El Resultado es algo “Divino”, algo inesperado, algo que no sabes por qué, pero aparece de una forma completamente intangible, nunca sabrás la razón. Surtirá un efecto blanco o negro, pero tú nunca sabrás, pero has de aceptar, que ese Resultado, sea el que sea, es el más adecuado.

“Dedicar parte de tu tiempo a ayudar a las personas que la vida ha puesto a tu lado, es el mayor tesoro que puedes ofrecer”. ¡Tu tiempo es lo más valioso y sagrado, porque es lo único de lo cual dispones y, a veces, ni eso!.

Es difícil de comprender, pero tú eres el tiempo que te queda de vida y, por suerte o desgracia, nunca sabemos cuánto es el tiempo que nos queda por vivir.

¡Aprovéchalo intensamente!. ¡Vive intensamente!, pero vívelo dando un profundo sentido a tu existencia.

No vivimos para aparentar, vivimos para Evolucionar como seres humanos, dando lo mejor de nosotros mismos y desprendiendo Alegría hacia nuestro interior y compartiéndola con las personas que la vida a colocado a nuestro lado.


COMPARTIR”, Ayudar y Expandir el Conocimiento y la Sabiduría, es uno de los mejores Valores para llevar una vida inmersa en la Alegría, el Bienestar y, como no, nos ayudará a lograr una vida mucho más “Viva y Saludable”.

¡VIVIR EN SALUD NO TIENE PRECIO!



Emilio Tolosa Valverde
(Autor de la "Trilogía de la Salud")
(Su Testimonio de vida y su Experiencia personal)



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